Cumplida una semana del inicio de las clases toca pasar revisión sobre cómo ha ido el transcurso de la asignatura en estos días. Este no es el primer post que hago, ya que anteriormente realicé uno sobre la primera semana de clase así como sobre las Leyes de Gestalt.

Esta semana hemos terminado de ver la percepción del color y el significado que se le puede dar a cada uno de ellos. Hemos debatido en clase sobre lo que cada uno de nosotros es capaz de sentir cuando se nos pone frente a un color determinado. Es interesante ver cómo las marcas y otros estamentos utilizan el color para hacernos sentir determinadas cosas incluso antes de conocer y/o probar sus productos. De esta manera pueden generar ciertos comportamientos o estados previos en el comprador para poder inducirlos o llevarlos al terreno que deseen.

Como punto final a la semana realizamos un mapa mental sobre una serie de artículos relacionados con la era post-covid. En mi caso, me tocó reflexionar sobre la remuneración adaptada a la utilidad social en donde, siguiendo el artículo de un periodista, tenía que realizar un mapa mental sobre sus ideas junto con mis conclusiones. Para quien no lo sepa, un mapa mental es una representación gráficas de las ideas sobre un papel, usando la forma de un árbol que se ramifica y empleando para ello herramientras gráficas que faciliten su asimilación. (En la imagen inferior se puede ver el mapa mental que realicé para ese ejercicio comentado anteriormente).

Mapa mental

En cuanto a la propuesta de reflexión para esta semana:

Cualquiera puede hacer una elección de colores acertada para una web si tiene conocimientos y entrenamiento para ello.

Creo que hay determinadas personas que tienen ese don natural para el diseño, la composición o la maquetación. Este tipo de personas tienen un conocimiento y entrenamientos innatos que les permiten combinar o escoger el color de una manera que a ninguno nos sería posible. No obstante, como todo en la vida, el esfuerzo y la constancia compensan la “falta” de talento, lo que da lugar a que una persona que se esfuerza y de verdad le pone ganas pueda llegar al nivel de alguien que tiene ese don de nacimiento. El esfuerzo compensa el talento sería una frase para tener en cuenta.

Si que es cierto que cada vez es más complicado encontrar a una persona que reuna ambas habilidades, a saber, un buen entrenamiento del color junto con habilidades de programación y/o diseño web. Es por eso que hoy en día cada vez más profesionales del diseño (ilustradores/as, maquetadores/as, etc.) han dado el salto a estudiar desarrollo web. En mi opinión, la conjunción de ambas habilidades da lugar a un profesional muy bien preparado para el siglo 21.