La primera semana de clase estuvo enfocada en la Ley de Propiedad Intelectual. Sobre esta ley tuvimos que realizar un pequeño cuestionario, para ver si habíamos entendido bien los conceptos. He de decir que me resultó bastante agotador, al igual que siempre me pasa cuando tengo que analizar ley. Bajo mi punto de vista, las leyes están escritas usando esa sintaxis y ese lenguaje para dificultar su comprensión. No sé qué propósito puede haber bajo esta forma de proceder (aunque puedo estar equivocado), no obstante, creo que, tras leerla un rato, pude comprender de manera general, de qué trata el texto.

También nos dio tiempo a ver un documental sobre el asunto, llamado Copiad, malditos!. Aunque solo vimos los primeros 15 minutos, nos sirvió de introducción para esta nueva unidad. Hablando de derechos de autor y propiedad intelectual, creo que el ambiente está más calmado, pero recuerdo hace unos cuantos años (quizá por la novedad de internet y la piratería), cuando los derechos de autor estaban en pleno auge.

Por último, Susana nos comentó un podcast de Xataka en donde se hablaba sobre el juicio de de Google y Oracle sobre el copyright del JDK de Android.

En la siguiente clase realizamos un repaso de la ley vista el día anterior. Lo más interesante fue lo relativo a los programas informáticos y su derecho de explotación/titularidad. Podemos decir que lo primero pertenece al empresario (en caso de ser un trabajador asalariado), mientras que la titularidad nos pertenece a nosotros, pues hemos escrito ese código. Por defecto, todo lo que hacemos está protegido, incluido un simple garabato en una servilleta.

Comentamos los distintos tipos de licencias. En primer lugar, la Creative Commons, donde solo algunos derechos están reservados. Esta licencia es útil si somos artistas nóveles y queremos que nuestra música se escuche por cuanta más gente mejor. En el enlace citado anteriormente se puede pedir este tipo de licencia, marcando cómo de estricta queremos que sea. Un ejemplo es la fotografía inferior.

Licencia CC

Esto, además, nos genera un enlace con imagen que podemos insertar en nuestra web para dejar claro la licencia que está usando. Sin duda es algo que usaré en mi portfolio, pues me interesa que pueda ser modificado y ayudar a otras personas, cogiendo mi código como referencia.

También resultó muy interesante la entrevista en vídeo a Richard Stallman, el creador de la licencia GNU que, gracias a la unión posterior con Linux, ha dado lugar a uno de los sistemas operativos de software libre más usados. La vida de este hombre me resulta muy interesante, pues ha sido uno de los que ha vivido de primera mano todo el auge de la informática e internet.

Uno de los aspectos más enrevesados del asunto de las licencias es la diferencia entre Software libre y Código abierto. Conceptualmente son lo mismo, la diferencia radica en el aspecto moral/ético (personas que creen que hay que cambiar el mundo a través del software libre) más que en aspectos técnicos. Podemos considerar el software libre como un movimiento ideológico/político, mientras que en el código abierto obviamos los problemas sociales y permitimos un acceso al código, sin importarnos todo lo demás.

Personalmente, creo que este tipo de cuestiones hacen que el trabajo de programador se convierta en una tarea compleja. No obstante, hoy en día tenemos la suerte de contar con una gran cantidad de bancos de imágenes, y hasta el propio buscador de Google nos ofrece un filtrado de los resultados en función del tipo de licencia.

Para ilustrar todo esto, realizamos un ejercicio en donde teníamos que atribuir los créditos de una fotografía con licencia Creative Commons, y adjuntarla en el ejercicio que realizamos sobre una receta. En mi caso he usado Google imágenes con el filtro para buscar imágenes con este tipo de licencia y he conseguido la que se ve en la imagen inferior. He usado Canva para ello, valiéndome de la herramienta para girar texto y que así quede integrada en todo el conjunto.

Receta hummus CC

Con el objetivo de afianzar todos estos conceptos, realizamos un Kahoot en donde, por suerte, quedé primero. La verdad es que me sirvió bastante para aclarar algunos aspectos que me fallaban, sobre todo en lo relativo al copyleft. Con la siguiente definición, sacada de esta página web queda mucho más claro:

El copyleft es una licencia de creación que consiste en liberar un programa informático, una obra de arte o cualquier otro tipo de documento para su copia, modificación y redistribución.

La pregunta que se nos planteó esta semana fue la de elegir una licencia que nos pareciese adecuada para nuestros proyectos profesionales. En mi caso, y de manera general, me gustaría que mis proyectos sirvieran para generar otros proyectos, del mismo modo que me gustaría que se me reconociese mi trabajo. La licencia que yo usaría sería la Creative Commons Reconocimiento - CompartirIgual 4.0 Internacional.

No obstante, para proyectos más grandes (que me sirvan para generar ingresos y no sean simples proyectos de aprendizaje) usaría la Creative Commons Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual 4.0 Internacional. En ambos casos, me gustaría que ambos proyectos se compartieran de la misma manera que yo lo he hecho.

Además de todo esto, existen en GitHub gran cantidad de licencias, como por ejemplo la MIT License, que es la que tengo puesto para este blog, alojado en un repositorio de GitHub. De manera general, me ha resultado una semana muy interesante, aunque algo confusa en cuanto a entender algunos conceptos, pero creo que finalmente puedo defenderme bastante bien en este tema.